El invierno invita a la lectura, la escritura, hacer pan, hilar lana, juntar leña, los dias son cortos, no hay tiempo para siesta, y siempre hay lugar para dedicarle a la huerta y el barro.
El maestro librero y amigo quique comparte sus saberes, sus libros y asi fue aparecio el nombre es esto, Teshuva, (me gusto la palabra), Tu y yo, fuimos contruyendo este espacio, que cambia, invita, espera y crece.
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